La mediación, es un sistema de resolución de conflictos alternativo a los proceso judiciales, donde un tercero en pos de la confidencialidad, neutralidad e imparcialidad (el mediador) facilita que dos o más partes en conflicto, puedan comunicarse pautadamente, hasta alcanzar un acuerdo mutuo, beneficioso y constructivo, permitiendo así recomponer la relación y dar por acabado o al menos mitigado el conflicto que los mantenía en disputa.

La mediación familiar, es uno de sus ámbitos de aplicación y está recomendada a aquellas familias donde:

  1. Existe un conflicto identificado.
  2. No puede resolverse.
  3. Esta perjudicando la relación de dos o más personas.
  4. Se desea o es conveniente mantenerla.
  5. No se quiere recurrir a vías judiciales por el coste económico y el tiempo que suele emplearse.

Algunos conflictos o situaciones que pueden tratarse a través de la mediación familiar son:

  • Parejas que han decidido separarse y no han iniciado tramites judiciales para gestionar su situación.
  • Parejas que han resuelto legalmente su separación o divorcio, pero que continúan en crisis por las medidas adoptadas judicialmente.
  • Casos donde se esta tramitando la separación y divorcio u otros procesos que afectan directamente a los hijos y que son derivadas desde órganos judiciales por considerarse oportuno un acuerdo consensuado.
  • Conflictos relacionados con niños y adolescentes: puntos de encuentro, manutención, emancipación temprana, etc.
  • Conflictos relacionados con ancianos, alternancia en los cuidados, costas de internamiento residencial, derecho sucesorio, etc.